jueves, 10 de octubre de 2013

Cáncer igual a opacidad…


Por: María Jaramillo Alanís

Para Tatiana, Norma, Karina, Alejandro (+), Luis (+), María (+), y por las miles de personas que padecen esta enfermedad.




Jaumave, Tamaulipas.-Quizá sea urgente escribir este pergeño fechado en París, Francia, chance y así las autoridades sanitarias presten atención a mi quejumbrosa misiva dolorosa. Supongo que cada persona con cáncer tendrá una historia que escribir, que contar, muchos otros habrán perdido la batalla, miles aún pelean con fiereza por su vida.

Podría decirle a cada uno de ustedes que el cáncer sí es sinónimo de muerte, más cuando el sistema de salud se adueña de los pacientes y deja en la total desinformación a sus familias, pues suponen; o qué son ignorantes o que no entienden qué cosa es un carcinoma o un HER2 positivo fase 3.

Pero no, no hablaré de algo que desconozco, pero que ya no ignoro, quisiera más que nada decirles a los funcionarios de salud, de todos los órdenes de gobierno que mienten y qué el presupuesto que destinan para la prevención del cáncer es un verdadero despilfarro en un país en el que el cáncer es  la tercera causa de muerte.

Los principales obstáculos a los que se enfrentan los pacientes con cáncer y sus familiares, es la absoluta carencia de información, pues o los especialistas se sienten  Dioses que no deben bajar del Olimpo o simplemente porque no se les pega su regalada gana. En ambos casos es criminal.

El caso del Hospital Regional de Ciudad Madero es un caso especial; no hay poder humano, -a no ser que sea por la vía judicial- que los médicos tratantes y el mismo director informan y acceden a entregar una copia de expediente clínico o un simple resumen médico que les permita a los enfermos con cáncer solicitar otra opinión sobre el padecimiento, y/o cobrar seguros de vida.

Es bastante grosero que siendo un Hospital regido por normas sanitarias firmadas y selladas por la Comisión Estatal Contra Riesgos Sanitarios (Coepris) y cuya cédula es expedida por la Secretaría de Salud de Tamaulipas se exhiba caduca en la sala de admisión de dicho hospital.

El Hospital Regional de Petróleos Mexicanos en Ciudad Madero, recibió en diciembre del 2012, la Certificación que el Consejo de Salubridad General otorga a las unidades médicas del Sector Salud, (dice Sector Salud, pero extrañamente la Secretaria de Salud Federal ni estatal, son sus superiores ), que se distinguen por el cumplimiento de los estándares internacionales de desempeño en las labores concernientes a la atención médica.

“Dicha certificación,tiene vigencia hasta 2015, fue obtenida por cuarta ocasión consecutiva, después de una minuciosa auditoria de cada uno de los proceso que integran el programa de atención preventiva y asistencial de la población derechohabiente, así como de los aspectos relacionados a la seguridad del paciente, las instalaciones y el bienestar psicosocial”

Si realmente fuese cierto, es decir que el Consejo de Salubridad General auditase cada uno de los procesos hospitalarios, administrativos, debieron darse cuenta que las fallas están justamente en la duplicidad de papeleo, en la carencia de calidez en la atención al paciente, de cualesquier enfermedad, en la cantidad exagerada de pacientes que atiende cada médico especialista, del desapego e interés por parte de médicos y enfermeras, mi hipótesis es por la exagerada carga de trabajo o bien, porque el tiempo congeló sus sentimientos de conmiseración hacia sus semejantes.

Por citar un ejemplo; en dos ocasiones Tatiana, mi hija, la han dado de alta a media noche y el cirujano no se dignó informar cómo había salido de quirófano, la más reciente fue el 27 de septiembre, donde se le retiro un ganglio cuyo resultado-dijo el médico- porque no hay papeles que lo demuestren- es un adenocarcinoma, es decir, una metástasis del Her2 positivo (de mama), en la parte superior de la clavícula izquierda.

Cierto, el prestigio  de un médico se basa en su credibilidad, cosa que en el Hospital Regional de Cd. Madero ha perdido el cirujano oncólogo.

Supongo que ese poder, pírrico por cierto, que se siente ser el dador de una noticia que le cambia la vida a las personas, la da el propio petróleo, ese “oro negro” que ha enriquecido a tantos y tantos, pero que a los trabajadores y familiares ni siquiera les alcanza para saber cómo, dónde, a qué hora, y qué tipo de tratamiento se les otorga en su hospital.

No pretendo “ensuciar” la imagen del Hospital ni de médico alguno, sólo apuntar que mi hija Tatiana con cáncer de mama y metástasis en cadena de ganglios supraclavicular izquierdo, qué tiene derecho a esa atención médica ha sido maltratada (y no sé cuántos pacientes más) por  el cirujano  y hasta por la secretaria del director Javier Nieto Villarreal que a la fecha no ha querido entregar un resumen médico que detalle el resultado patológico, histopatológico de la primera biopsia practicada en mayo del 2012, de la segunda realizada en septiembre de mismo año y la del 27 de septiembre del año en curso y del tratamiento en general que se le realiza. ¿Qué ocultan?

Los expertos argumentan que las desigualdades económicas, la falta de políticas y campañas de prevención y los hábitos alimenticios y de salud que la región adoptó, aumentan el riesgo de morir por cáncer. Y advierten que esta combinación de factores puede llevar a la región a caer en una “epidemia devastadora” de cáncer si no se toman medidas urgentes.

Doy gracias a Dios que mi hija tiene atención médica porque su marido, Juan es trabajador sindicalizado de Pemex, y  no ha fallado el medicamento , la quimioterapia y la radiación, han fallado las personas que laboran en el Hospital. 

Miles de personas no tienen acceso a diagnostico oportuno, aunque haya campañas masivas de detección de cáncer, no existe in situ médico especialista que haga el diagnostico pero no solo eso, que se de el tratamiento oportuno y especifico. 

Y el costo del Herceptim- medicamento para el Her2 +- que se supone reduce la reaparición del tumor- que no ha sido el caso de Tatiana pues en un año de quimios y radiación ya apareció de nueva cuenta el carcinoma-cada ampolleta tiene un costo por encima de los 36 mil pesos. 

Sólo como anotación al margen del cáncer de mama hay 200 tipos y se requiere de exámenes de patología para determinar su tipo y dar el medicamento especifico. 

Al igual que el cáncer también mata la opacidad, y el silencio, desafortunadamente los hace cómplices a todos.

 Los pacientes del Hospital Regional de Pemex en Cd. Madero merecen una atención de calidad y con calidez, a eso y más tienen derecho.

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