Por: María Jaramillo Alanís
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- ¡Claro que los ciudadanos podemos! Como mexicanos y amparados por la Carta Magna podemos redefinir el rumbo de nuestros municipios y estados, sólo hay que exigir a los conciudadanos por los que se ha votado que respeten la Constitución y si no lo hicieran echarlos de sus puestos a patadas, literalmente.
Año tras año sobran personajes que dicen se sacrificarán por nosotros, el pueblo, pero cuando el voto ciudadano le favorece se olvidan de quienes le llevaron a tal o cual puesto de elección popular. Y, siendo autocríticos, nosotros se los hemos permitido pues cada tres años regresan con piel de ovejas y nos vuelven a mentir, y así llevan en este juego Juan pirulero 80 años dizque de demócratas.
Ellos, los políticos, se han comportado como la mafia más dañina de este país, ¿porqué les seguimos permitiendo que saqueen, atropellen, se hagan ricos a costillas nuestras y su parentela continúe en las nóminas de toda institución que le ha costado a todos los mexicanos?
Los mexicanos tenemos derecho a votar y ser votados, claro la Constitución no dice que los puestos sólo los pueden alcanzar los dueños del dinero, pero la Carta Magna contiene elementos que nos definen como ciudadanos con derechos y obligaciones y, en este sentido, al igual que los políticos también le hemos fallado al país.
Aquellos por que actúan como una banda de delincuentes muy bien organizados y nosotros les hemos visto, sabemos quiénes son y peor aún les seguimos votando, cuando han demostrado hasta la saciedad que no les importamos, su existencia se circunscribe a quien patrocina sus campañas y más grave aún, responde única y exclusivamente a los de su clase, por eso el jodidiaje jamás les ha importado, nosotros nos camuflamos, nos da pereza y dejamos que hagan lo que les viene en gana y fallamos también.
Luego entonces ¿porque se les sigue votando? una despensa no alivia la pobreza permanente en que los partidos y sus políticos han metido a más de la mitad de la población. Los administradores de los recursos públicos, llámense gobernador, alcaldes y diputados son responsables de las políticas públicas y la Constitución los mandata a cumplir con su encargo y si no lo hicieren nosotros, los ciudadanos tendríamos que exigir la revocación de sus cargos.
Sin embargo en vez de actuar como una sociedad esta se mueve como una tribu donde la ley del más fuerte es lo que prevalece. Y entonces los ciudadanos dejamos en manos de unos cuantos, nuestra responsabilidad de cuidar, velar y exigir que cumplan con su deber.
Hoy en día como sociedad enfrentamos graves problemas que enseguida los enumero; Uno, inseguridad generalizada, tanto que Ciudad Victoria está ubicada como una de las ciudades más peligrosas del país y del mundo; dos, la mitad de la población no tiene agua y no hay una propuesta seria para resolver la problemática pero fíjese usted carísimo lector, hoy los aspirantes a alcaldes y diputados juran y perjuran que sí votamos por ellos, como por arte de magia nos resolverán ambos conflictos.
Y hay que decirlo; mienten. Ninguno de ellos puede darnos agua y mucho menos acabar con la inseguridad y la violencia.
Nos queda actuar como lo que somos; ciudadanos pensantes y propositivos. Por favor que ya no les vean la cara, hagamos valer nuestra condición de sociedad organizada y botémoslos a la basura en tanto pensamos por quien votar.
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