miércoles, 14 de agosto de 2013

Todo por un caballo



Por: María Jaramillo Alanís
Razones y Palabras…

Altos de Estación Caballeros.- Cierto, nada es imposible desde que los españoles le quemaron los pies al Cuau (Al de verdad no al pelafustán de las canchas y menos al Jr. del Tata Lázaro) para que soltará la sopa ¿cuál? la que fuese, total ya se habían agenciado casi todo el territorio. Desde hace 521 años, obvio desde la conquista, los mexicanos padecen de un mal que jamás se extinguirá; el padrinazgo, la mordida, la vara más alta con el mero preciso (dícese de hacer compadre del gobernador en turno o presidente), y así poder torcer la ley a su antojo o en su defecto, subir en esta vorágine que suele ser la política, negocios, deporte, todo de hecho.

En esa circunstancia se inscribe lo que sucede en Tamaulipas, bueno en un área por demás cuestionada, porque desde ahí se fabrican delincuentes o se les limpia su historial, sí, acertó, la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas.

Resulta que hace unos días se registró un operativo por aire, tierra y agua (del río San Marcos, claro), de todos los cuerpos policiacos y agentes del ministerio público se movilizaron, así, con un chasquido de dedos, como se acostumbra ahora (cosa que sabe muy bien el jefe de giras del gobernador) y claro todos en la calle pensaron que se trataba de algo que rayaba en un asesinato de estado o como dice la ley “sustracción forzosa de personas”, vulgo, secuestro.

No, no era nada de eso, se trataba de Eliezer Soberon, familiar directo del ex Secretario de Seguridad Pública, Ivés Soberón Tijerina quien con voz estentórea ordenó, al mismo Porfirio Castillo Delgado que sus muchachos investigarán la perdida que había sufrido en su patrimonio.

Y como dice la raza de bronce, Soberón “acalambro” a toda las Agencias del Ministerio Público Investigador, ordenó que el personal de periciales se moviera pese a que andaban en otros menesteres más, para que se avocarán de inmediatamadremente a buscar a su caballo.

¿Este Soberon no será por casualidad un moderno Calígula? Es pregunta, que conste. La historia dice que Calígula quería tanto a su caballo “Incitatus”, que la víspera de las carreras del circo mandaba soldados a imponer silencio en la vecindad, para que nadie turbase el descanso de aquel animal. Hizo construirle una caballeriza de mármol, un pesebre de marfil, mantas de púrpura y collares de perlas; le dio casa completa, con esclavos, muebles, y todo lo necesario, para que aquellos a quienes en su nombre invitaba a comer con él, recibiesen magnífico trato, y hasta se dice que le destinaba el consulado.

Y todo por  un caballo. El jodidiaje puede esperar,  y no hay poder humano que voltee a ver sus denuncias por robo de tanques de gas, estufas, lavadoras, es más Castillo Delgado ni los ve ni los oye y los ministeriales no mueven un dedo para investigar, claro, les pesa la hernia testicular y la almorrana asesina.

No se equivoquen no se está en contra de la procuración de justicia, no, se trata que ante la ley, se supone, todos los ciudadanos somos iguales, pero basta que sea hermano de un ex funcionario, papá del gobernador o hermana, o poderoso cuñado para torcer la ley, bueno, para que dejen de  hacer fila en las tortillas.

Sería para la anécdota del sexenio pero no, no paran  ahí los excesos de los funcionarios estatales, pues ahí tiene usted carísimo lector que a dos que laboran en el tercer piso de gobierno, los ladroncillos se les ocurrió robarles  y en menos de 48 horas se había investigado, atrapado a los responsables y como marca la ley en 72 horas ¡¡¡Ya estaban consignados al juzgado penal!!! Al paso que van, en menos de una semana los delincuentes estarán consignados.

Para eso sirve ser funcionario estatal y pertenecer al cerrado primer círculo del gobernador. El resto, el resto sólo eso es; restos de una sociedad inmovilizada por el terror y por la falta de recursos para comprar la tranquilidad.



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