viernes, 9 de mayo de 2014

Correcaminos derrotado por su directiva

Por: María Jaramillo Alanís

*229 millones de pesos fueron suficientes

Ciudad Victoria, Tamaulipas- La derrota del Club de Futbol Correcaminos ante los Estudiantes de Guadalajara, que disputaban el último partido en el torneo de clausura 2014 en la liga de ascenso y qué les daba el boleto para pelear un boleto rumbo a la primera división ante los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, despertó de nuevo la sospecha de “partido arreglado” y todo indica que así fue, incluso los mismos jugadores sostienen que el arreglo fue de 229 millones de pesos.

La noche de sábado,-como siempre-, la afición tamaulipeca se volcó y retacó el Marte Rodolfo Gómez, casa del equipo que juega con el patrocinio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y del gobierno del estado, mismos que erogan sueldos de jugadores, cuerpo técnico, publicidad, mantenimiento de estadio y que en la más reciente remodelación invirtieran 35 millones de pesos.

El escándalo subió de tono cuando se daba por hecho que el casi dueño del Correcaminos, José Manuel Basave Benítez, verdadero presidente del club- cuñado del gobernador Egidio Torre Cantú- Pepe y Enrique Cárdenas del Avellano, Enrique de la Garza Ferrer, Francisco Filizola González, Egidio Torre Gómez, “acordaron” la derrota del equipo local por “módica” cantidad.

Sin embargo, con el primer partido de ida con marcador casi a favor del Correcaminos, 0-0, daba pues para que las posibilidades aumentaran y eso alentaba y proveía esperanza a la afición que pensaba que luego de 20 años ausentes de la “mejor” liga, esta vez el Corre sí le alcanzaría para llegar a la ansiada primera división.

El mismo día del partido, sábado a mediodía ya se sabía de los “arreglos” que se hacían entre directivas, al final, a pesar del esfuerzo de los jugadores, se impuso la orden, perder.

No había de otra, estaban en juego otros 229 millones de pesos -200 millones entran directos del gobierno estatal a Basave Benítez- que los integrantes de la directiva no debían y no querían dejar pasar. Y así fue.

Y viene a la memoria, la triste imagen de un equipo que pudo pero no quiso, simple y llanamente porque a su directiva le sirven más de distracción y saqueo y no tienen altura de miras.

Esa directiva es tan mediocre, sostiene la afición, que ni siquiera un equipo de primera puede traer a una ciudad donde la violencia justamente se enseñorea y hace trizas la economía, las costumbres y la convivencia.


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El Iodex

Por: María Jaramillo Alanís

Ciudad Victoria.- Me lo habían contado pero no lo creí, debo admitirlo, y para verlo con éstos ojos que se han de comer los gusanos, me aventuré a verlo de cerca y oler el desprecio que los priístas, con o sin pedigrí, sienten por su compañero presidente municipal de la capital.

Cual más cual menos dice de Alejandro Etienne Llano que su familia no tiene llenadera, todos sus hermanos cobran como funcionarios de gobierno estatal, Pedro era el único que solía andar en la izquierda, fintando que abandonaba a los de su clase, pero en los últimos años, asesoró tanto a gobernadores como a su propio hermano.

Así que tampoco se salva de los díceres príístas; arribistas, oportunistas, soberbios y ¡pendejos! Y todo lo perdonan los del PRI menos que cuando un candidato en vez de reunir a la raza, al populacho, los eche en corrida.

Y así, al alcalde de ustedes, le pusieron el mote de “El Iodex” y claro, uno tiene que preguntar ¿por qué? Pues muy simple: desbarata bolitas, grandes o chiquitas.

El pobre-rico alcalde de Victoria, no sabe cómo, ni con quién hacer política, ni para qué, es lo peor del caso, y el PRI ya de por sí chamuscado con Enrique Peña Nieto, quiere ser el partido no de la sana distancia, sino el partido en el gobierno, y así como pinta Etienne, nada tendrían que mostrar como ejemplo de buen gobierno.

Etienne se ha situado desde siempre, cosa que no sabía el PRI- ¡Ajá!- en la zona gris, esa zona donde el confort es lo que realmente cuenta. Nada ni nadie hará que cambié, ni el estruendo escandaloso de los cohetones de la Catedral, si acaso hará que Pedro Etienne, su padre salga de paseo fuera del país, pero bien lejos de la ex ciudad amable.

Es verdad, se ve, se siente…harta pena por un Alcalde que no alcanza a comprender que a Ciudad Victoria le urgen pantalones bien puestos, y claro, que sus autoridades saquen las manos de los negocios que nada tienen que ver con la política.

Se ve se siente el Iodex está presente.

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Alcaldes achicados y eunucos.

Por: María Jaramillo Alanís

Cruz y Carmen.- De Laredo a Tampico y de Antiguo Morelos a Matamoros, pasando por Reynosa, los presidentes municipales ya andan vueltos locos haciendo campaña, unos dicen que se van de diputados federales, otros que serán candidatos a gobernador, en tanto, el estado se cae a pedazos y su principal tarea, la de gobernar, pasó a mejor vida, como todo en Tamaulipas.

Lejos de la gobernabilidad, en Tamaulipas los que debieron hacer más y más política, y los que siendo interlocutores con el gobierno federal se perdieron en su sed de venganza provocada por el asesinato de Rodolfo Torre Cantú.

Así, un gobierno descabezado, en donde los secretarios de gabinete nunca pudieron hablar, sólo cuando daba permiso su jefe. Un secretario general de gobierno que más parece el mandadero de José Manuel Basave Benítez, cuñado del gobernador en turno, dieron origen a dos cosas.

La primera es que ex alcaldes y alcaldes en funciones dejaron de lado su función primaria: la de atender en primera instancia la problemática de cada una de sus municipios.

Ellos y ellas hicieron caso omiso de los reclamos sociales de seguridad, empleo, equipamiento, mejora en transporte público es decir, la de contar con una vida digna, e hicieron lo que su jefe político, se encerraron a piedra y lodo, al fin y al cabo, nada le debían al PRI, a sus bases y mucho menos a la sociedad.

Dos; el dejar hacer y dejar pasar, provocó lo que todos ya sabemos, que ante la ausencia de autoridad y de políticas sociales que nos permitieran navegar rumbo a la reconciliación como comunidad, se apoltronarán los violentos, asumiéndose como amos y señores no sólo de los pueblos, de sus partidos e instituciones.

No es casual, pues que presidentes municipales como el de Tampico, Gustavo Torres Salinas, el de Reynosa, José Elías Leal, y el de Victoria, Alejandro Etienne Llano, en vez de responder a los reclamos de la sociedad afectada por las confrontaciones, sostengan recio y quedito que sus ciudades son víctimas de los delincuentes, pero nunca por dejar de hacer su trabajo.

Pero aún más, salen a decir a los cuatro vientos que va ganando tal o cual grupo criminal. En el argot de la calle eso se le dice: ahora ya sabemos para qué lado se peinan Torres Salinas, Elías Leal y Etienne Llano.

Por eso el reclamo agrio, soez y de incredulidad hacia los presidentes municipales, pues mientras la sociedad sufre en medio de las refriegas, ellos argumentan el gastado y grosero discurso del “no pasa nada, sigan su vida normal, no haga caso a rumores”

La gobernabilidad se refiere, por si no lo saben, por un estilo de gobierno caracterizado en mayor grado por la cooperación e interacción del Estado con actores no estatales.

En Tamaulipas desde el 2010 perdimos la batalla frente a los que le apostaron por la violencia, y no, no me refiero a los que desde siempre han sido dueños de nuestra tierra, me refiero a los grupos políticos que optaron de nuevo por el asesinato, asesinato que Egidio Torre Cantú y familia nos cobra a los tamaulipecos dándonos alcaldes achicados, cobardes y eunucos como el de Tampico, Reynosa y Ciudad Victoria.

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