María Jaramillo Alanís
Va por mi hija Tatiana (+) y por tantas y tantas personas que pasan por está terrible enfermedad, y dan la batalla contra todo y todos cual Quijotes.
¿Dinero
mal invertido? Se refieren al despilfarro que hace el DIF, el Gobierno de
Egidio Torre Cantú, de la Secretaria de Salud en eventos como el de “Vive
Fuerte, Vive Rosa”, eventos en los que llevan obligadas a las empleadas de
gobierno, de todas las secretarías. Y el único público de fuera de la
estructura estatal son sus conferenciantes como Consuelo Duval, quien obviamente
no viene de a gratis.
Ningún
dinero será mal invertido si se aplica en lo que urge por ejemplo: mastógrafos
¿saben cuántos hay en Victoria, en Tamaulipas? Hospital General, Imss,- aunque
habría que preguntarle al “Güero” Assad si sirve, el mastógrafo, claro-
¿Cuántos aceleradores lineales? Uno en el Hospital
Regional de Alta Especialidad pero que nadie sabe que existe, mucho menos se
sabe que ahí hay medicina nuclear.
En
el Centro Oncológico hay una bomba de cobalto que es caduca y obsoleta y cuyo
tratamiento es invasivo. Y jamás ha servido para nada.
¿Cuántos oncólogos clínicos existen en Victoria?
Quizá uno, y de cirujanos oncólogos ni
hablar, el que había, Benigno Piña fue agredido, asaltado baleado y se fue de
la ciudad.
¿Hay
personal sensibilizado en el tema de enfermedades como el cáncer? No, no, no. Si
no hay para atender una gripa menos para dar atención especializada e integral
a las y los pacientes de cáncer.
La
ley en materia de derechos humanos fundamentales de los pacientes en el
hospital regional de Pemex se la meten por donde les hace rollito el cuero,
(así como en el Hospital Infantil,) pues los pacientes y sus familiares no
tienen derecho a obtener un resumen clínico que sirva para pedir una segunda o
tercera opinión, en el caso del Hospital Infantil se debe pagar por dicho
documento.
De
hecho, el expediente de los pacientes es secuestrado por la institución médica,
en Pemex y en el Hospital Infantil, así es
y nadie los puede mover de sus “reglas”. Es de suponerse que al esconder
los expedientes médicos, escondan también negligencias médicas.-
Los
vacíos en la Ley en la materia son muchos y sólo aquellos que tienen el
infortunio de toparse con esa cerrazón saben de lo que se trata, harta
desesperación, pues además de lidiar con la enfermedad se enfrentan con una
pared de ojos, oídos y corazones cerrados.
¿Para
qué carajo sirve escuchar a una cretina como la Consuelo Duval? ¿El premio
Camino a la Excelencia dado a María del Pilar González es por su callada y
sorda manera de no hacer nada, gastando el presupuesto de ustedes, de todos,
sin que nadie le diga nada?
Por
amor de Dios, déjense de jugar y enriquecerse a costillas de los enfermos y las
familias, basta de tanta farsa. Tengan tantito decoro y por una vez en sus
vidas, tengan temor de Dios.
Todavía
no concluyo, pero eso será parte de un doloroso texto lleno de miedos, de
horrores y errores, de omisiones, de profesionales de la salud que no hacen su
trabajo porque simplemente no quieren.
Pero
eso será en algún tiempo, por ahora me queda indignarme con eventos de oropel
para justificar el dispendio a nombre del CÁNCER, cáncer que mata y se lleva
vidas jovenes como la de Tatiana, mi hija.
barbarabotero@gmail.com