viernes, 9 de mayo de 2014

Alcaldes achicados y eunucos.

Por: María Jaramillo Alanís

Cruz y Carmen.- De Laredo a Tampico y de Antiguo Morelos a Matamoros, pasando por Reynosa, los presidentes municipales ya andan vueltos locos haciendo campaña, unos dicen que se van de diputados federales, otros que serán candidatos a gobernador, en tanto, el estado se cae a pedazos y su principal tarea, la de gobernar, pasó a mejor vida, como todo en Tamaulipas.

Lejos de la gobernabilidad, en Tamaulipas los que debieron hacer más y más política, y los que siendo interlocutores con el gobierno federal se perdieron en su sed de venganza provocada por el asesinato de Rodolfo Torre Cantú.

Así, un gobierno descabezado, en donde los secretarios de gabinete nunca pudieron hablar, sólo cuando daba permiso su jefe. Un secretario general de gobierno que más parece el mandadero de José Manuel Basave Benítez, cuñado del gobernador en turno, dieron origen a dos cosas.

La primera es que ex alcaldes y alcaldes en funciones dejaron de lado su función primaria: la de atender en primera instancia la problemática de cada una de sus municipios.

Ellos y ellas hicieron caso omiso de los reclamos sociales de seguridad, empleo, equipamiento, mejora en transporte público es decir, la de contar con una vida digna, e hicieron lo que su jefe político, se encerraron a piedra y lodo, al fin y al cabo, nada le debían al PRI, a sus bases y mucho menos a la sociedad.

Dos; el dejar hacer y dejar pasar, provocó lo que todos ya sabemos, que ante la ausencia de autoridad y de políticas sociales que nos permitieran navegar rumbo a la reconciliación como comunidad, se apoltronarán los violentos, asumiéndose como amos y señores no sólo de los pueblos, de sus partidos e instituciones.

No es casual, pues que presidentes municipales como el de Tampico, Gustavo Torres Salinas, el de Reynosa, José Elías Leal, y el de Victoria, Alejandro Etienne Llano, en vez de responder a los reclamos de la sociedad afectada por las confrontaciones, sostengan recio y quedito que sus ciudades son víctimas de los delincuentes, pero nunca por dejar de hacer su trabajo.

Pero aún más, salen a decir a los cuatro vientos que va ganando tal o cual grupo criminal. En el argot de la calle eso se le dice: ahora ya sabemos para qué lado se peinan Torres Salinas, Elías Leal y Etienne Llano.

Por eso el reclamo agrio, soez y de incredulidad hacia los presidentes municipales, pues mientras la sociedad sufre en medio de las refriegas, ellos argumentan el gastado y grosero discurso del “no pasa nada, sigan su vida normal, no haga caso a rumores”

La gobernabilidad se refiere, por si no lo saben, por un estilo de gobierno caracterizado en mayor grado por la cooperación e interacción del Estado con actores no estatales.

En Tamaulipas desde el 2010 perdimos la batalla frente a los que le apostaron por la violencia, y no, no me refiero a los que desde siempre han sido dueños de nuestra tierra, me refiero a los grupos políticos que optaron de nuevo por el asesinato, asesinato que Egidio Torre Cantú y familia nos cobra a los tamaulipecos dándonos alcaldes achicados, cobardes y eunucos como el de Tampico, Reynosa y Ciudad Victoria.

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