Por: María Jaramillo Alanís
Cd.Victoria,Tamaulipas-¿Hacia dónde mueve a las familias el Sistema para la Integración de la Familia (DIF)? Dicen que a un rumbo claro y definido. Sostengo que no mueven a nadie, más bien a las familias tamaulipecas las mueve el hambre, la violencia, la falta de empleo, la falta de acceso a la educación, a la salud.
María Del Pilar González García, oriunda de
Monterrey, no sabe con certeza hacía dónde se mueven las familias de San
Carlos, de Burgos, de Jiménez, de Padilla y mucho menos las de Oyama, pues durante sus ya casi cuatro
años al frente del DIF, ni idea tiene de que esos núcleos familiares, han
tenido que irse a vivir a San Luis Potosí, Chiapas, Distrito Federal, huyendo
de la violencia.
¿Sabrá González García cuántos niños han quedado
huérfanos porque sus padres fueron asesinados o están desaparecidos? Es mucho pedirle. La licenciada
en comercio y segunda esposa de Egidio Torre Cantú, no sale de su oficina y del
consultorio Novomed, dedicado a reducir la papada y claro, los dineros
públicos.
Las familias de Tamaulipas se están moviendo porque
nadie las protege, se mueven hacía sitios inciertos, sin más nada que sus
partencias en un éxodo que a nadie importa, pues no es negocio que les reditúe
ganancias.
Las familias vulnerables por la pobreza, son más
pobres, y no hay políticas públicas definidas y claras para ayudarles a salir de la miseria. Los jefes de familia,
hombres y mujeres no quieren que se les regalen nada, sino que se les brinden
verdaderas oportunidades de salir de ese entorno en el que sólo se engendra más
rencor social.
La época en que se repartían despensas, programa
borrado de golpe y porrazo por el Jefe del Ejecutivo, bajo el argumento de que
prohíja el paternalismo, la dádiva ayudaba a aliviar el hambre, aún y cuando se
usa por los activistas del PRI a cambio de votos.
¿Programas alimentarios? Almuerzos escolares de
tacos de huevo y frijoles alimentos que por cierto, elaboran los padres de
familia, cosa de que las focas aplaudidoras,
pregunten.
Dice Doña Pilar que combate el cáncer de mama con
campañas permanentes de mamografías, lo que no dice es que no se cuenta médicos especialistas que realicen el diagnostico
inmediato, oportuno, pues simplemente se carece de oncólogos clínicos y
cirujanos oncólogos.
Lo peor de las campañitas contra el cáncer es que en
Tamaulipas para dar quimioterapias, solo se cuenta con el Centro Oncológico que usa Bomba de Cobalto
y un Acelerador Lineal que se encuentra en el Hospital Regional de Alta
Especialidad –descompuesto por cierto-
¿y los medicamentos? Cuyos costos oscilan en los 60 mil pesos por cada
tres semanas… ¿quién se hace cargo?
El día que Pilar González García de Torre Cantú,
comparta a cuánto asciende el gasto personal de ella, de sus hijos y de sus cuñadas
en el DIF, y que, este mismo presupuesto sea dedicado a la sociedad tamaulipeca
que más lo necesita, ese día, tendremos que aplaudirle, por el momento sigue
siendo una señora que nadie eligió pero que usa
dineros públicos y del que no da cuentas a nadie.
¡Que para eso y más es la esposa del gobernador!
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